miércoles, 20 de junio de 2012

Síndrome de Asperger



El síndrome de Asperger a menudo se considera una forma de autismo de alto funcionamiento. Las personas con este síndrome tienen dificultad para interactuar socialmente, repiten comportamientos y, con frecuencia, son torpes. Puede haber retardo en los hitos del desarrollo motriz.  En 1944, Hans Asperger denominó este trastorno "psicopatía autista". La causa exacta se desconoce, pero es muy probable que una anomalía en el cerebro sea la causa del síndrome de Asperger.

Existe una posible relación con el autismo y los factores genéticos pueden jugar un papel. El trastorno tiende a ser hereditario, pero no se ha identificado un gen específico.
La afección parece ser más común en los niños que en las niñas.
Aunque las personas con síndrome de Asperger con frecuencia tienen dificultad a nivel social, muchas tienen inteligencia por encima del promedio y pueden sobresalir en campos como la programación de computadoras y la ciencia. No se presenta retraso en su desarrollo cognitivo, habilidades para cuidar de sí mismos ni en la curiosidad acerca de su ambiente.

Las personas con síndrome de Asperger se tornan demasiado concentradas u obsesionadas con un solo objeto o tema, ignorando todos los otros. Quieren saber todo sobre este tema y, con frecuencia, hablan poco de otra cosa.

Los niños con el síndrome de Asperger presentarán muchos hechos acerca del asunto de su interés, pero parecerá que no hay ningún punto o conclusión.

Con frecuencia, no reconocen que la otra persona ha perdido interés en el tema.
Las áreas de interés pueden ser bastante limitadas, como una obsesión con los horarios de los trenes, directorios telefónicos, un aspiradora o colecciones de objetos.

Las personas con síndrome de Asperger no se aíslan del mundo de la manera como las personas con autismo lo hacen. Con frecuencia se acercarán a otras personas. Sin embargo, sus problemas con el habla y el lenguaje en un escenario social a menudo llevan al aislamiento.

  • Su lenguaje corporal puede ser nulo.
  • Pueden hablar en un tono monótono y pueden no reaccionar a los comentarios o emociones de otras personas.
  • Pueden no entender el sarcasmo o el humor, o pueden tomar una metáfora literalmente.
  • No reconocen la necesidad de cambiar el volumen de su voz en escenarios diferentes.
  • Tienen problemas con el contacto visual, las expresiones faciales, las posturas del cuerpo o los gestos (comunicación no verbal).
  • Pueden ser estigmatizados por otros niños como "raros" o "extraños."


Las personas con el síndrome de Asperger tienen problemas para formar relaciones con niños de su misma edad u otros adultos, debido a que:

  • Son incapaces de responder emocionalmente en interacciones sociales normales
  • No son flexibles respecto a rutinas o rituales
  • Tienen dificultad para mostrar, traer o señalar objetos de interés a otras personas
  • No expresan placer por la felicidad de otras personas

Los niños con el síndrome de Asperger pueden mostrar retrasos en el desarrollo motor y comportamientos físicos inusuales, como:

Retardo en ser capaz de montar en bicicleta, agarrar una pelota o trepar un equipo de juego

  • Torpeza al caminar o realizar otras actividades
  • Comportamientos repetitivos en los cuales algunas veces se lesionan
  • Aleteo repetitivo con los dedos, contorsionarse o movimientos de todo el cuerpo


Muchos niños con el síndrome de Asperger son muy activos y también se les puede diagnosticar el trastorno de hiperactividad con el déficit de atención (THDA). Se puede desarrollar ansiedad o depresión durante la adolescencia y comienzos de la adultez. Igualmente, se pueden observar síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo y un trastorno de tic como el síndrome de Tourette.

El nivel más alto, el que define a las personas con síndrome de Asperger, se define por la capacidad de comprender planos conversacionales y discursivos del lenguaje. Sin embargo, hay alteraciones sutiles en procesos de diferenciación del significado intencional del literal, en especial cuando uno y otro no coinciden. También en los procesos de doble semiosis (comprensión del lenguaje figurado) y modulación delicada de la comprensión por variables interactivas y del contexto.El uso del lenguaje en contextos sociales (y mentales) es uno de los aspectos más claramente afectados y como consecuencia de ello, las personas con síndrome de Asperger van a mostrar evidentes signos de discapacidad en aspectos como los siguientes:

- Todos y cada uno de los aspectos emocionales que pueden intervenir en la comunicación entre personas (reconocimiento de las propias emociones, manejo adecuado de las emociones en función de los contextos, reconocimiento de las emociones de los interlocutores en la comunicación, etc.

- Situarse en “la mente” de los demás y comprender que las otras personas pueden pensar de forma diferente.

- Reciprocidad en la comunicación, el diálogo o la conversación.

- Dominio del turno de palabra.

- Utilización adecuada de la mirada como demarcación de turnos.

- Identificación del cambio de rol de “hablante a oyente”.

- Cambios de temática conversacional

- Reconocimiento de las normas implícitas que indican cómo y cuando cambiar de tema
en la conversación.

- Utilización de los recursos adecuados para asegurar que el oyente comprende lo que se le está diciendo.

- Proporcionar las aclaraciones y/o clarificaciones necesarias que se precisan.

- Inhibición de comentarios irrelevantes o inadecuados.

- Diferenciar adecuadamente entre la información que se ha proporcionado y la nueva.
Puede ser muy frecuente que las personas con síndrome de Asperger hagan uso de lenguaje pedante o excesivamente formal o que incluso corrijan a las personas que no están haciendo un uso preciso del lenguaje. Esta característica puede ser, habitualmente, mal interpretada, dando lugar a equívocos o a que puedan utilizarse, por parte de las otras personas, adjetivos como “maleducados”, “presuntuosos”, “irrespetuosos”, etc., reflejando una clara incomprensión del uso peculiar que la persona con síndrome de Asperger hace del lenguaje.

También es frecuente la utilización de palabras inventadas, neologismos y el uso idiosincrásico del lenguaje que, de nuevo, puede dar lugar a que las otras personas se rían (o puedan mostrarse desconcertadas) de la persona con síndrome de Asperger.
No existe ningún tratamiento único que sea el mejor para todos los niños con el síndrome de Asperger. La mayoría de los expertos piensa que cuanto más temprano se inicie el tratamiento, mejor.

Los programas para los niños con síndrome de Asperger enseñan habilidades basándose en una serie de pasos simples y empleando actividades altamente estructuradas. Las tareas o puntos importantes se repiten con el tiempo para ayudar a reforzar ciertos comportamientos.

Los tipos de programas pueden abarcar:
Terapia cognitiva o psicoterapia para ayudar a los niños a manejar sus emociones, comportamientos repetitivos y obsesiones

Capacitación para los padres con el fin de enseñarles técnicas que pueden usarse en casa
Fisioterapia y terapia ocupacional para ayudar con las destrezas motoras y los problemas sensoriales

Entrenamiento en contactos sociales, que con frecuencia se enseña en un grupo
Logopedia y terapia del lenguaje para ayudar con la habilidad de la conversación cotidiana
Los medicamentos como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), los antipsicóticos y los estimulantes se pueden usar para tratar problemas como ansiedad, depresión y agresión.

Con tratamiento, muchos niños y sus familias pueden aprender a enfrentar los problemas del síndrome de Asperger. La interacción social y las relaciones personales todavía pueden ser un problema. Sin embargo, muchos adultos se desempeñan con éxito en trabajos tradicionales y pueden tener una vida independiente, si tienen el tipo de apoyo apropiado disponible.



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