miércoles, 25 de julio de 2012

Rapa Nui




Perdida en el silencio profundo del Océano Pacífico, reposa la isla de Rapa Nui, conocida también como la Isla de Pascua, de 117 m2, a casi 2.000 km. de la Polinesia y a más de 3.700 km de Chile, su país soberano. Sólo la curiosidad nos puede llevar a este sitio perdido, una isla volcánica, sin árboles, sin otro interés turístico evidente más que los famosos Moais, las esculturas en piedra que dominan su paisaje, tristes, impávidos al paso del tiempo, y misteriosos. Continuamente, desde que Jacob Roggeveen en 1722 la descubriera a los europeos, a sus tierras se acercan antropólogos con el firme propósito de encontrar el por qué de su origen, y sin embargo, sobre cualquier teoría persisten los mitos, las leyendas de la isla, una fuerte superstición. Es la mayor de las islas del Chile insular, y una población de 5034 habitantes, concentrados principalmente en Hanga Roa, capital y único poblado existente en la isla. La tierra más cercana es la isla Ducie, perteneciente al territorio británico de las Pitcairn. La isla es uno de los principales destinos turísticos del país debido a su belleza natural y su misteriosa cultura ancestral de la etnia rapanui, cuyo más notable vestigio corresponde a enormes estatuas conocidas como moai. Para preservar dichas características, el gobierno administra a través de Conaf el Parque Nacional Rapa Nui, mientras que la Unesco declaró este parque como patrimonio de la humanidad en 1995.Administrativamente, forma, junto a la deshabitada isla Salas y Gómez, la comuna de Isla de Pascua que forma la provincia de Isla de Pascua, perteneciente a la Región de Valparaíso. Sin embargo, una reforma constitucional —la ley N° 20.193, publicada el 30 de julio de 2007— estableció a la isla como un «territorio especial», de manera que su gobierno y administración serán regidos por un estatuto especial, contemplado en la ley orgánica constitucional respectiva, por dictarse.

En 1887, Chile quiere anexionar la isla al territorio chileno, por lo cual comisiona al capitán de la Armada de Chile Policarpo Toro, quien por medio de negociaciones realizó la compra de terrenos en la isla a petición del Obispo de Valparaíso, dueño de 600 hectáreas, junto a los hermanos Salmon, Dutrou-Bornier y John Brander, de Tahití; esto a pesar de que, según la tradición, las tierras no se podían vender.
Luego, el 9 de septiembre de 1888, Chile consiguió la firma de un tratado, representados por Atamu Tekena. Se redactó el documento español y otro en rapanui mezclado con tahitiano. El texto en español habla de cesión de soberanía a Chile, reservando al mismo tiempo, para los jefes que concurrieron al acuerdo, los títulos de que estaban investidos y que gozaban en ese momento, sin hacer alusión a la propiedad de la tierra. A su vez, el texto en rapanui mezclado con tahitiano no habla de cesión de tierras y usa el concepto de "mau te hoa kona" (traducido como "amigo del lugar", que estaría relacionado con una anterior solicitud de protectorado francés) y además indica "ia i haka tika i ta ite runga, iraro ina he kainga kai ta" (traducido como "escribir sobre lo de arriba, lo de abajo no se escribe aquí", señalando lo que se encuentra en la superficie del terreno).




Fuente: Wikipedia




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