miércoles, 8 de agosto de 2012

La milagrosa pastilla de carbón




El carbón medicinal es un artículo importante de la sanidad, tanto en aspectos médicos como económicos. Se utiliza como un desodorante en las salas de enfermos colgándolo en bolsas de muselina. Hervir el agua con un buen tamaño pedazo de carbón de leña recién preparada purifica el agua. El carbón vegetal es utilizado en los respiradores para proteger de los gases venenosos.

Internamente se da después de la comida en la dispepsia, flatulencia, acidez, diarrea, disentería y fiebre tifoidea. 

El carbón activado es un remedio tradicional para el tratamiento del exceso de gases estomacales e intestinales. Funciona por atraer el exceso de gas en el estómago y los intestinos, que se une a la superficie del polvo de carbón. Esto alivia las molestias causadas por el exceso de gas (flatulencia), gases, indigestión y acidez. El carbón vegetal no se absorbe en el intestino. 

El carbón activado se utiliza también en los departamentos de emergencia de los hospitales para tratar el envenenamiento. Sin embargo, cuando se utiliza de esta manera, el carbón activado se administra en dosis mucho mayores que las que figuran en esta preparación.


La dispepsia consiste en un dolor o malestar en la boca del estómago. Responde relativamente bien a medicamentos que disminuyen la acidez del estómago y a remedios proquinéticos.  El colon irritable, en cambio, es un trastorno de la movilidad del tubo digestivo, y debe ser tratado con antiespasmódicos. Si bien la automedicación con este tipo de remedios no es más frecuente que en el caso de otras dolencias, puede tener consecuencias graves, ya que hace que la consulta médica sea más tardía, perdiendo tiempo para el tratamiento de una enfermedad.



Fuente: Hacer Familia, Pastillas y Píldoras

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