miércoles, 27 de marzo de 2013

Semana Santa 2013


Para los cristianos no hay cruz sin Resurrección, no hay muerte sin vida. Por eso la Pascua, que no es un mero hecho del pasado de Jesús de Nazaret, sino un hecho del presente de todos nosotros, resplandece en signos luminosos, aunque sean pequeños. Ellos nos hablan de un Dios vivo y salvador, e interpelan nuestra coherencia con el Evangelio al hacernos constructores de un mundo nuevo, según los criterios de Dios.

Basta elevar un poco el cirio pascual, de modo que ilumine los rincones que normalmente no apreciamos y que no suelen hacer noticia, y allí veremos a voluntarios en las más diversas tareas solidarias, a jóvenes y adultos generosos que regalan su tiempo libre para construir techos y casas, para atender niños, enfermos y abandonados, para dar alimento, calor y un momento de amistad a los habitantes de las veredas, puentes y calles; veremos a muchos hombres y mujeres que buscan a Dios y se abren a la trascendencia en un mundo esclavo de lo material y lo inmediato; veremos el desborde espontáneo de generosidad de miles de chilenos ante las emergencias desastrosas; veremos a tantos padres que se esfuerzan hasta el límite para que sus hijos mejoren sus posibilidades y su calidad de vida; veremos la capacidad festiva inagotable, aun de quienes a menudo tienen poco motivo para festejar; veremos el lado luminoso de la globalización, la conciencia de ser una gran familia de hermanos destinada a la fraternidad y a la paz. ¡Veremos esto y tantos otros signos de vida!

 
Semana Santa 2013:

  • 24 de Marzo, Domingo de Ramos
  • 25 de Marzo, Lunes Santo
  • 26 de Marzo, Martes Santo
  • 27 de Marzo, Miércoles Santo
  • 28 de Marzo, Jueves Santo
  • 29de Marzo, Viernes Santo
  • 30 de Marzo, Sábado de Gloria
  • 31 de Marzo, Domingo de Resurrección ó Domingo de Pascua.

DOMINGO DE RAMOS:

El nombre que los libros litúrgicos dan a este día expresa ya lo que la Iglesia pretende celebrar al inaugurar la “gran semana” de los cristianos: Domingo de Ramos en la Pasión del Señor. La entrada triunfante del Señor en Jerusalén y su Pasión redentora son los dos elementos del Misterio Pascual que deben ser resaltados y evidenciados, tanto en la forma celebrativa como en la catequesis que se dé al Pueblo de Dios. Es a través de su Muerte, que culmina en la Resurrección, como Cristo es constituido Redentor de los hombres. Los libros litúrgicos nos hablan de la gloriosa Pasión del Señor.


DOMINGO DE PASCUA:

La Liturgia llama a este día la Solemnidad de las Solemnidades, ya que en él celebramos y hacemos presente al Señor muerto y resucitado por nosotros en los Sacramentos pascuales. La Celebración Eucarística de hoy deberá revestir la máxima solemnidad. Vivir la verdad del Señor resucitado en medio de nosotros no es sólo recordarla, sino más bien experimentarla a través de la recepción de los Sacramentos. Así se explica la preocupación (precepto) de la Iglesia de que todos sus fieles se acerquen durante estos días a los Sacramentos de la Reconciliación y de la Comunión.



Vigilia Pascual en la Noche Santa

Durante la Vigilia Pascual, madre de todas las santas vigilias, la Iglesia espera la Resurrección del Señor y celebra los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, como medio de asimilar el contenido del Misterio Pascual del Señor.

En esta noche los judíos fueron liberados de la esclavitud de los egipcios, y cada año ese acontecimiento salvador, protagonizado por Dios, era recordado como un memorial. La liberación era el anuncio de una liberación más profunda y total que el mismo Dios realizaría a través de su Hijo, quien superando la muerte, saldría en esta noche, victorioso, del sepulcro.

El Señor, muerto y resucitado por nosotros, es el origen de nuestra salvación y es también el fundamento de nuestra fe y de nuestra esperanza. Esa salvación y esa vida se nos entregan y comunican a través de los sacramentos. Por esa razón, es el momento más oportuno para la recepción de aquellos sacramentos de la Iniciación que, además de hacernos hijos de Dios, confirman y robustecen nuestra vida cristiana.



Fuente: Iglesia.cl



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