Pensando en cosas que nos unen
como chilenos he encontrado más divisiones que uniones, a pesar de esto puedo destacar
entre ellas las fiestas patrias; todos nos unimos entorno a una buena empanada
y una buena chicha para celebrar la independencia de nuestro país. La Teletón
es otro caso, todo Chile unido por una excelente causa, en la que ayudamos a
miles de niños y jóvenes discapacitados en su proceso de recuperación. Pero hay
un momento que nos une plenamente y de manera constante, y esta es la selección
Chilena.
Cuando la Selección chilena
juega, todo Chile se paraliza, nos olvidamos de nuestras ideologías políticas y
religiosas, nos olvidamos de qué club somos. No importa que seas de izquierda o
de derecha, de clase baja o clase alta, católico o protestante, de la “U” o el “Colo”,
todo se vuelca en 90 minutos de fútbol que a la larga son mucho más que eso. Es
la instancia en que TODO Chile está
pendiente de 11 guerreros que darán la vida por su país y es el momento en que
17 millones de chilenos comparten un interés común sin importar nada más.
En la historia de nuestro fútbol
ha habido de todo; momentos amargos como
momentos memorables. El tercer lugar en el mundial de 1962 organizado
precisamente en Chile, es motivo de orgullo. Posterior a eso, el maldito y
recordado penal de Carlitos Caszely, en el mundial de España 1982 que hundió y
condicionó las aspiraciones para avanzar de ronda.
Pero hay un hecho que marcó
un antes y un después en la historia del futbol chileno, y ocurrió un 3 de
Septiembre de 1989, cuando Roberto “Cóndor” Rojas protagoniza el incidente más
bochornoso de la historia de nuestro futbol. El arquero se auto inflige un
corte en el rostro en el partido eliminatorio de Brasil – Chile para que el
partido se suspenda y que Chile gané el partido por secretaria, debido al gran
predominio y contundencia que el equipo brasileño ejercía en su estadio “El
Maracaná”, la cual ocasionaba muchos problemas a la retaguardia chilena. La
historia es conocida, Chile a raíz de este hecho queda suspendido de cualquier
competición internacional, perdiéndose los mundiales de Italia 1990 y Estados
Unidos 1994.
Luego de esta etapa negra del
fútbol chileno, La Roja vuelve a una competición internacional, en este caso al
mundial de Francia 1998, en la que lamentablemente perdemos en Octavos de final
frente a nuestra Bestia negra, Brasil. Posteriormente Chile pasará por años de
paupérrimo rendimiento, (incluso quedando último en la eliminatoria rumbo a
Corea y Japón) en el que no clasificamos
a los mundiales de Corea y Japón 2002 ni Alemania 2006.
Años de ilusión y esperanza se
vivieron de la mano de Marcelo Bielsa, hubo un resurgimiento de nuestro fútbol
junto a una gran camada de jugadores jóvenes con la cual se logra armar una
sólida base. Sin embargo, Chile pierde nuevamente en Octavos de final frente a
Brasil en el mundial de Sudáfrica
2010. A pesar de esto la imagen de
nuestra selección mejora y poco a poco se va reconociendo y respetando más a un
equipo aguerrido, que juega al límite y que sobre todo maneja un excelente
juego colectivo. (Sino preguntar a los españoles como estaban antes de disputar
el partido mundialista que finalmente terminó con triunfo español por 2-1.)
Hoy estamos a un paso de sellar
nuestra clasificación al mundial Brasil 2014. Es momento de ver a Chile en lo más alto del
fútbol mundial, es momento de demostrar que ya no estamos solamente para
avanzar de ronda, sino que para marcar historia y darle una alegría más a este
país. Entusiasma ver a jugadores de la
talla de Arturo Vidal y Alexis Sánchez triunfar en 2 de los equipos más
importantes del mundo. Entusiasma ver que la base de la selección sean
jugadores que juegan habitualmente en sus clubes del extranjero,
principalmente Europa. Entusiasma ver la
disciplina y rigurosidad de nuestro técnico Jorge Sampaoli. Todas estas son
razones de sobra para que la Roja de todos logre su clasificación al tan
esperado mundial de Brasil 2014, pero por sobre todo, ilusiona y reconforta que
cuando la selección juega, Chile se paraliza entorno a un mismo objetivo. No
existen divisiones y si una unión de fidelidad irracional e incuestionable.
Estamos tan cerca de lograr el
objetivo, depende únicamente de nosotros, y esperamos que
este viernes 11 y martes 15 de Octubre, Chile pueda sellar su
clasificación al mundial, para que allí, comience la era de una Selección
chilena gloriosa, llena de títulos y motivo de orgullo para todos, y por sobre
todo que siga siendo ¡LA ROJA DE TODOS!
¡Viva Chile!
Artículo escrito por: Andrés Opazo (Biblioteca Cousiño)
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