Nuestro país ha sido azotado por un violento terremoto y maremoto, cuyas devastadoras consecuencias han afectado directamente a la mayoría de los chilenos. Este fenómeno ha venido a poner a prueba una vez más, nuestra capacidad de resistir la adversidad y de animarnos a reconstruir la patria, asistidos por la Fe, la Esperanza y la Caridad.
La misión de formar a los técnicos y profesionales que el país necesita como personas capaces de lograr que Chile alcance su desarrollo en el más amplio sentido, se hace aun más desafiante en estos momentos, en que la reconstrucción demanda del concurso de personas con la voluntad y preparación necesarias para desarrollar eficientemente este proceso y disminuir el dolor que aflige a tantos compatriotas.
Las personas que aquí trabajan y nuestros alumnos, están pasando un período difícil que pone a prueba el temple de los miembros de nuestra comunidad, y que estoy cierto seremos capaces de superar, especialmente sabiéndonos acompañados por todos quienes pertenecen a DuocUC.
Así mismo nuestros edificios e instalaciones han sufrido diferentes niveles de deterioro que - aun faltando un análisis más detallado de la situación de la sede de Concepción - podemos afirmar que son de una magnitud menor y que ninguno de ellos están comprometidos en su uso ni estabilidad. En este aspecto, desde el primer momento hemos estado trabajando para normalizar las condiciones en que desarrollamos nuestras actividades y devolverles su prestancia y calidad, acorde con la dignidad de quienes en ellos estudian y trabajan.
Estoy seguro que si asumimos los desafíos que la situación nos presenta, con la responsabilidad que nos es característica, vamos a salir más unidos y fortalecidos que nunca y con una mayor certeza sobre la validez de nuestra propuesta.
En este Tiempo de Cuaresma, en que nos preparamos para participar de la Pasión del Señor con la vista puesta en su Resurrección, les invito a ayudar a levantar a nuestra querida patria desde el DuocUC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario