Con frecuencia, los criadores de caballos llevan a las yeguas a otros establos para aparearlas con caballos de pura sangre. Pero científicos de la República Checa afirman que que cuando éstas retornan a sus recintos habituales comienzan a tener relaciones sexuales con otros caballos de la manada para ocultar la paternidad del potro. Cuando eso no es posible, las yeguas en muchos casos abortan la cría. Este comportamiento sexual puede ser una respuesta evolutiva de los equinos para evitar el riesgo de infanticidio -que se observa en muchas especies- o cuando los machos matan a los potros en su lucha por dominar la manada. Los científicos dicen que esto puede explicar el alto nivel de embarazos interrumpidos en caballos.
La idea de que caballos domesticados podían adoptar esa estrategia provino de un estudio sobre el infanticidio en cebras. Para evitar la endogamia en estos animales en cautiverio, muchos zoológicos introducen un ejemplar marcho en la manada. Una investigación previa conducida por él mostró que la mayor parte de las crías fueron abortadas. El aborto inducido químicamente es un fenómeno bastante conocido en la zoología.
Fuente: BBC
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