Actualmente, Alcantar trabaja junto a educadores, geólogos y antropólogos para implementar esta tecnología en comunidades expuestas a las aguas contaminadas en zonas de bajos recursos. "Se puede implementar de distintas maneras, pero en la casa, la gente puede cocinar el cactus y usar el agua residual con el mucílago para desinfectar el agua para beber", explica la investigadora. "Cuando consultamos a la comunidad (un pequeño poblado en las afueras de Ciudad de México) la respuesta fue muy positiva", dice. "Como conocen el nopal, han convivido con él durante años y saben que no tiene sustancias extrañas, están muy dispuestos a aceptarlo", agrega. Para Colin Horwitz, profesor de la Universidad Carnegie Mellon, en Pennsylvania, EE.UU., la idea es buena, "pero aún quedan preguntas sin responder, como cuánto mucílago se necesita por litro de agua, qué clase de bacteria puede eliminar y, sobre todo, cómo reconocer cuando el agua está libre de bacterias". "Darnos cuenta si el agua se ha purificado, cuando se trata de sedimentos y bacterias no es tan complicado: la separación se ve de forma física, ya que se observan los flóculos cuando se depositan el fondo, lejos de la superficie", responde Alcantar. "En el caso del arsénico es más complejo, porque hacen falta mediciones muy precisas".
La siguiente fase del proyecto tendrá lugar en Haití, donde el equipo pondrá a prueba las cualidades del nopal para limpiar las aguas contaminadas por los desechos de la construcción acumulados en los cursos de agua, tras el terremoto ocurrido en enero. Por otra parte, ahora que lograron entender cómo funciona, los científicos de la Universidad de Florida del Sur investigarán si hay otras plantas con propiedades similares que puedan cumplir la misma función.
Fuente: BBC Mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario