En esta ocasión en “Más allá de los
libros” tenemos a Diego Maximiliano Contreras Vera, estudiante de Técnico en
Prevención de Riesgos, 20 años, vive en Villa Alemana y participa de la
Pastoral Duoc UC.
Hola Diego, cuéntame de tus inicios en la pastoral, ¿Cómo fue que
llegaste?, ¿Que influencia tuviste?
Mi primer encuentro con la pastoral
fue el año 2011, cuando ingresé a Duoc, vi un cartel de las Misiones
Solidarias, me inscribí con una amiga y fuimos sin saber a qué íbamos.
Estando en Misiones empecé a
conocer el ambiente y a los que participaban en pastoral, esas misiones le dieron un nuevo sentido a mi
vida y desde ese momento decidí aportar con mi grano de arena en todo cuanto
estuviera a mi alcance. Hasta el día de hoy no me arrepiento.
Cuéntame un poco de tu experiencia en la Pastoral Duoc UC…
En la pastoral he encontrado nuevo
amigos, los cuales me han acompañado durante todo mi proceso de formación, pero
más que eso encontré la forma de devolverle la mano a Dios, en mi vida he
recibido demasiadas bendiciones y regalos de Dios, siento que aportando y
colaborando con la pastoral le hecho una manito a Dios a seguir ayudando y
entregándoles bendiciones a quienes lo necesitan, es mi forma de agradecer, a
cada café que he asistido he puesto mi mayor atención en escuchar y acompañar a
quien lo necesita, a quienes día a día son observados como “vagos” y nadie se
detiene a saber por qué esta en esa situación, así mismo me pasa con los niños
con los cuales jugamos en Misiones o en algunos voluntariados, ayudándolos a
alegrar sus tardes o sacándolos de una rutina que no es la mejor ni la
apropiada para niños tan especiales y con tanto amor que entregar.
En la Pastoral encontré en que
ocupar mi tiempo, llenando mi corazón y el de las personas con las cuales he
compartido un vaso de café por las noches, tardes de juegos o solo disfrutando
de su presencia.
¿En qué actividades has participado o participas?
Como alumno activo de la pastoral he
participado en todas las actividades, voluntariados permanentes, voluntariados de
actividad novata, de aniversario Duoc, Misiones Solidarias, visitas a la
cárcel, hogar de niñas y al café solidario, éste último es el que más me gusta,
ya que comparto directamente con quienes sé que necesitan ser escuchados y
acompañados, a quienes la sociedad a abandonado y han sido mal vistos por los
que pasan día a día junto a ellos y a lo más le dan una limosna, en ellos eh
encontrado muy grandes personas, con historias de vida tremendas y he recibido
un cariño enorme, ver sus caras de felicidad cuando nos aproximamos a la plaza
a compartir con ellos es realmente llenador, pero siento que mi conexión con
este servicio es aún más grande. Un jueves, no como cualquier otro, nos
dirigíamos a visitarlos, siendo nosotros quienes llevábamos palabras de aliento
y comprensión para ellos, fue todo lo contrario, recuerdo que no estaba muy
bien anímicamente, y una amiga residente de la plaza empezó a hablar conmigo,
recuerdo que me regalo una oración muy profunda, calmando mi ánimo y
devolviendo la sonrisa a mi rostro, nos abrazamos y dejamos caer un par de
lágrimas, hicimos una conexión demasiado linda, le di las gracias y pedí
disculpas ya que yo debía ayudarla y consolarla a ella, pero ella actuó en mí y
me hizo sentir amado. Es por esta experiencia que este servicio es mi favorito
y con más sentido.
Háblame un poco más de las misiones y de tu experiencia en ellas…
Son el servicio más grande de la
pastoral, en el cual se puede conocer realmente a las personas, convivir una
semana con 40 ó 50 personas, no es fácil, es un gran desafío, pero cuando la
motivación por estar ahí es solo ayudar y entregar ese granito de arena, todo
resulta más ligero. Es un encuentro personal con Cristo, en el cual te dejas
misionar tú mismo, descubres realmente que quieres, le das un sentido a tú
vida, te ayuda a despejar tu camino, en cada oración mañanera descubres un
mensaje que Dios te quiere entregar, en cada formación entiendes ese mensaje, y
cada visita a las casas pones en práctica ese lindo mensaje. Pero llegando la
noche, donde compartes las experiencias del día con los misioneros, te das
cuenta que tu camino siempre estuvo despejado, que era más fácil de lo que
creías y en los últimos días te das cuentas que venías con las intenciones de
misionar, pero el que salió misionado fuiste tú, es ese el momento que te das
cuenta que tienes que ordenar tu maleta para volver a casa, y si realmente las
misiones cumplieron su sentido en ti, entiendes que ahí no han acabado, que ser
misionero es más que entregar unos días a una comunidad a la cual no conoces,
si no que la tarea ahora es misionar en tu hogar, con tu grupo de amigos, con
tus compañeros y con la gente que a diario vas compartiendo.
Por último… ¿Podrías hacer una invitación a los mismos alumnos para que
participen de las actividades Pastoral Duoc UC?
¡Súmate! Realmente vale la pena,
cuando dejas de ser tú mismo tu prioridad, y entregas tu tiempo y disposición
sin esperar nada a cambio, las bendiciones que recibirás serán inmensas. Como
dice el Padre Hurtado, hay más alegría en dar que en recibir. Yo le agregaría:
Hay más alegría en dar y entregarse que en recibir.