En medicina humana y veterinaria, la leptospirosis es una enfermedad febril transmitida por la Leptospira interrogans, una bacteria del orden Spirochaetales, de la familia Leptospiraceae, que afecta a diversos animales, incluyendo mamíferos, aves, anfibios, y reptiles. Una variedad grave de la leptospirosis es la enfermedad de Weil o Ictericia de Weill1 que cursa conictericia, insuficiencia renal, hemorragias y afectación de las meninges. Ambas son enfermedades zoonóticas, principalmente en épocas de lluvias e inundaciones y de amplia distribución mundial.2 La leptospira fue observada por primera vez en 1907 en una laminilla de una autopsia de tejido renal. La leptospirosis es una de las zoonosis más comunes y un importante problema de salud pública, aunque se desconoce la prevalencia real de esta patología.3 La infección es comúnmente transmitida a humanos cuando agua que ha sido contaminada por orina animal se pone en contacto directo con lesiones en la piel, ojos o por las mucosas. En zonas no tropicales, los casos de leptospirosis muestran relativamente marcadas estaciones, donde la mayoría ocurren entre agosto y septiembre o entre febrero y marzo.
Algunos de los factores de riesgo son:
- Exposición ocupacional: agricultores, granjeros, trabajadores de los mataderos, cazadores (tramperos), veterinarios, leñadores, personas que trabajan en las alcantarillas, personas que trabajan en los arrozales y el personal militar.
- Actividades recreativas: nadar en aguas dulces, hacer canotaje, kayaking y ciclomontañismo en áreas cálidas.
- Exposición en el hogar: perros mascota, ganado doméstico, sistemas de recolección de agua de lluvia y roedores infectados.
Los síntomas pueden tomar de 2 a 26 días (un promedio de 10 días) para desarrollarse y pueden abarcar:
- Boca seca
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Dolor muscular
- Náuseas, vómitos y diarrea
- Escalofríos
Los síntomas menos comunes abarcan:
- Dolor abdominal
- Ruidos pulmonares anormales
- Dolor de hueso
- Conjuntivitis
- Inflamación de los ganglios linfáticos
- Hepatomegalia y esplenomegalia
- Dolores articulares
- Rigidez muscular
- Sensibilidad muscular
- Erupción cutánea
- Dolor de garganta
Los medicamentos para tratar la leptospirosis abarcan:
- Cloramfenicol
- Eritromicina
- Penicilinas
- Tetraciclinas
En lo que va del año, 16 personas murieron en Argentina a causa de la enfermedad y la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud confirmó 305 casos de contagio, el peor brote desde 2003. Pero lo que más preocupa a los médicos no son las cifras absolutas, sino el aumento en la letalidad de la leptospirosis. En los últimos años, sin embargo, se detectó un cuadro más preocupante como consecuencia de la bacteria: la hemorragia pulmonar, que es mucho más letal. Mientras que anteriormente la leptospirosis era considerada una enfermedad rural, los casos más recientes se dieron en grandes ciudades, en particular en zonas pobres donde se acumula la basura. Se cree que muchos perros, que también transmiten el mal, se infectan a través de estas ratas. Los animales portan la bacteria en sus riñones y muchas veces no presentan síntomas. Sin embargo, el contagio con los humanos se da cuando éstos entran en contacto con la orina contaminada de los animales. La bacteria puede ingresar a través de heridas en la piel o a través de zonas permeables, como los ojos. Una investigación realizada en la Ciudad de Buenos Aires mostró que el 50% de los perros callejeros presentan la bacteria. Por ello, algunos expertos sugieren que la mejor manera de prevenir el contagio es matar a los canes sin dueño. Sin embargo, grupos de ciudadanos se alzaron contra la propuesta. Según los amantes de los animales la leptospirosis no es una "enfermedad de perros" sino un mal de la pobreza, y debe encararse como tal.
Fuente: Wikipedia, Medline Plus, BBC Mundo, BMC Med,
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