Una enzima que se encuentra en nuestras lágrimas y en otros fluidos como saliva, mucosidades o virus y bacterias podría ayudar a encontrar una solución al problema de la resistencia que han desarrollado las bacterias a los antibióticos. En los últimos años la comunidad científica viene hablando del problema de la creciente resistencia de bacterias como el SARM o Staphylococcus aureus, que se encuentran en hospitales y que son resistente a antibióticos como la meticilina. Ahora un equipo de científicos de la Escuela de Biología del Instituto de Tecnología de Georgia y de la Universidad de Maryland, ambas en Estados Unidos, afirman en el último ejemplar de la revista Physical Biology, que han encontrado un método para identificar cuáles de las enzimas líticas podrían servir para eliminar determinadas bacterias específicas. En realidad las enzimas líticas, que se encuentran en las lágrimas, las mucosidades, la saliva o ciertos virus y bacterias, no son desconocidas. Ya en 1923 el descubridor de la penincilina, Alexander Fleming, se dio cuenta de que podían matar bacterias.
El problema de las superbacterias que son capaces de resisitir a múltiples formas de antibióticos muy poderosos obliga a tratar de buscar nuevas soluciones. Una de ellas podría ser estas enzimas líticas que atacan a un tipo de bacterias muy específicas al agujerear las paredes de las células, lo que resulta fatal para las bacterias debido a la alta presión interna que soportan y que las lleva a explotar y morir.El nuevo sistema estaría dirigido a bacterias como la SARM, el ántrax o muchas otras de las catalogadas como peligrosas, aunque Weitz ya adelanta que encontrar una solución definitiva será una cuestión de varios años. El método funciona explicando especialmente cómo atacan estas enzimas a las bacterias.
Fuente: BBC Mundo (Patricia Luna)
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