La parvovirosis es una enfermedad viral que afecta
principalmente a los cachorros de perros y se manifiesta con vómitos muy
frecuentes, decaimiento y diarreas severas (con o sin sangre). Tiene un rápido
descenlace fatal en menos de 10 días sin un tratamiento correcto. No obstante,
según la virulencia del parvovirus incluso animales con tratamiento pueden
morir. Es raro que afecte a perros adultos sobre todo si están vacunados.
Algunos elementos sintomáticos son:
Vómitos de consistencia espesa y blanquecina inicialmente
que pasan a ser acuosos y abundantes.
Inapetencia y decaimiento.
Diarrea severa que puede llegar a ser sanguinolenta.
Deshidratación a ritmo rápido.
Afecta a perros domésticos y callejeros, tanto de razas como
mestizos. Existe alguna predisposición racial como dóbermans, pastor alemán,
etc.
Muy grave en cachorros de 1 a 6 meses.
Provoca muerte por septicemia y deshidratación
Necesita atención veterinaria urgente.
De pronóstico reservado.
La parvovirosis afecta a los cánidos jóvenes a partir de las 6 semanas al perder la inmunidad maternal, es infrecuente en animales adultos porque ya están inmunizados por vacunación o infecciones subclínicas. Además, la patogenia del virus requiere la presencia de factores moleculares presentes solo en células en mitosis, por lo que es indispensable que el tejido a infectar esté en proliferación (como en el crecimiento, o las células del epitelio intestinal).
Hay determinadas razas caninas que son más sensibles a
contraer el parvovirus; este es el caso de los doberman, pinscher, rottweiler,
springer spaniel ingleses, y
según los estudios, los pitbull terrier americanos y los pastores
alemanes, corren el riesgo de enfermarse con mayor gravedad en comparación
con otras razas.
El período de incubación aproximado es de 5 días. La fuente
de contaminación es la materia fecal de los animales que han contraído la
infección. Puede haber gran cantidad de virus en las heces fecales de los
animales que sufren la enfermedad. El virus es resistente bajo condiciones
climáticas extremas y puede sobrevivir durante largos períodos.
El parvovirus no es contagioso al hombre ni otras especies
de animales domésticos.
La presentación más frecuente es la digestiva, al cursar con
una gastroenteritis hemorrágica viral; el virus infecta las células
intestinales (los enterocitos) y se replica produciendo necrosis y muerte
celular, mecanismo responsable la sintomatología.
Los síntomas más frecuentes están citados por orden
cronológico de presentación:
Decaimiento y depresión (primeros días).
Caída del tren trasero, como si quisiera sentarse.
Anorexia (perdida del apetito).
Fiebre (entre 40 y 41 °C).
Vómitos (convulsivos, espumosos, como clara de huevo
batida).
Diarrea con sangre.
Deshidratación (debido al vómito y la diarrea).
Los cachorros más pequeños son los que más sufren de shock y
muerte, pudiendo sobrevenir en cuestión de días después de haberse declarado el
proceso. Esta enfermedad tiene una alta morbilidad y mortalidad. Con
tratamiento, los índices de mortalidad se reducen notablemente.
La enfermedad es de incubación rápida y de curso agudo, o
sea, el virus mata al animal en los primeros diez días; si no lo hace, el
cachorro forma defensas inmunitarias y destruye el virus. Si a partir del
momento que realiza la primera deposición con sangre, el cachorro sobrevive 7
días, es muy probable que sobreviva, siendo muy críticos los 4 primeros días
que es cuando, generalmente, se produce el desenlace fatal, si al cuarto día el
cachorro deja de vomitar, camina, empieza a mover la cola, hay esperanzas de
que se salve, pero es una enfermedad muy grave que nunca se sabe ciertamente
que va a pasar en esos diez días.
Otra forma de parvovirus mucho menos frecuente es la
inflamación del corazón (miocarditis). Esta presentación ocurre sin
sintomatología digestiva y la infección viral ocurre en las células musculares
del corazón (miocardio), afecta a animales muy jóvenes (semanas), y es causa de
muerte súbita, los cachorros que sobreviven pueden quedar con algún defecto
cardíaco permanente.
Al igual que en casi todas las infecciones víricas no hay
tratamientos específicos: todos son sintomáticos, consiste principalmente en
combatir los síntomas por ejemplo revertir la deshidratación, reponiendo los
líquidos y electrolitos perdidos (ej. suero: Ringer lactato), controlando
mediante medicación apropiada los vómitos y la diarrea y evitando las infecciones
secundarias con la administración de antibióticos. Los perros enfermos deben
mantenerse abrigados y con una buena alimentación, y deben separarse de otros
perros. Es esencial la limpieza y desinfección de las áreas donde los perros se
alojan para controlar la dispersión del virus. Es fundamental cumplir con el
programa de vacunación, desparasitación y alimentación apropiada de los
cachorros para que alcancen rápida y eficientemente la cantidad de anticuerpos,
que su organismo necesita para defenderse de esta enfermedad.
45 días........................................Parvovirus
2 meses.......................................Sextuple más
coronavirus
3 meses......................................Sextuple más
coronavirus
4 meses.......................................Sextuple más
coronavirus
6 meses..................................... Antirrabica más
Sextuple
Sextuple más coronavirus y Antirrabica todos los años
siguientes.
Hay que recordar que ninguna de estas vacunas pueden ser administradas al perro si no ha sido debidamente revisado por un Médico Veterinario, que asegure su completo estado de salud.
Hay que tener especial cuidado con los hábitats en que el
animal enfermo se ha desenvuelto, ya que el virus permanece en el ambiente, a
la espera de otro huésped. Existen casos en que perros se han contagiado con
virus de perros contaminados después de dos años de acaecida la muerte de
estos.
Finalmente si algún cachorro presenta parvoirosis, es
aconsejable desinfectar el ambiente que comúnmente habita, con hipoclorito de
sodio, ya que es sensible a esta sustancia.
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