jueves, 6 de diciembre de 2012

Alimentación: listeriosis




La listeriosis es una infección bacteriana provocada por la Listeria monocytogenes. Mientras que muchas bacterias generalmente infectan órganos específicos del cuerpo humano, la listeria puede infectar muchos órganos distintos, tales como el cerebro o membranas de la médula espinal o el torrente sanguíneo.

Las infecciones ocurren a lo largo de todo el año. Aunque la mayoría de los casos ocurren esporádicamente, suelen ocurrir brotes de la infección a través de alimentos. Las bacterias listeria están ampliamente distribuidas en la naturaleza y se les puede encontrar en el agua y la tierra. Los animales infectados también pueden ser fuentes de transmisión. A diferencia de otros organismos, la listeria puede contagiarse a través de distintos métodos. La ingestión del organismo (transmisión a través de los alimentos), como podría ser a través de leche sin pasteurizar o de vegetales contaminados, es una fuente frecuente de casos. En infecciones en recién nacidos, el organismo puede contagiarse de la madre al feto en el útero o directamente al feto en el momento del parto. El contacto directo con el organismo puede provocar lesiones en las manos o los brazos y la transmisión de persona a persona puede ocurrir a través del contacto sexual. La infección también es posible a través de la inhalación del organismo.

Debido a que la listeriosis puede afectar diferentes partes del cuerpo, los síntomas varían. En el caso de la meningoencefalitis, ésta puede ser repentina, con fiebre, dolor de cabeza intenso, náuseas, vómitos y señales de irritación meníngea. En otras partes del cuerpo, el síntoma principal es la presencia de varios tipos de lesiones en el lugar de la infección. En la mayoría de los casos, la infección por listeria produce fiebre y síntomas similares a los de la influenza y a los de muchas otras enfermedades.

Las infecciones por listeria representan un riesgo significativo para las mujeres embarazadas, las que pueden no presentar síntomas obvios. El feto se puede infectar antes del parto, provocando el aborto a partir del segundo mes de embarazo, aunque con mayor frecuencia en el quinto y sexto mes. La infección más adelante en el embarazo puede ocasionar la exposición durante el parto, provocando a veces, la infección del recién nacido, la cual puede ser fatal.

Las verduras, las carnes y otros alimentos que usted consume pueden resultar infectados con la bacteria si entran en contacto con suelos o estiércol contaminado. La leche cruda o los productos hechos de ella pueden portar estas bacterias.

Si usted come los productos contaminados, puede enfermarse. Las siguientes personas están en riesgo:
  • Adultos de más de 50 años
  • Adultos con un sistema inmunitario debilitado
  • Fetos en desarrollo
  • Recién nacidos
  • Mujeres embarazadas

Las bacterias con mucha frecuencia causan una enfermedad gastrointestinal. En algunos casos, se puede desarrollar una infección de la sangre (septicemia) o una inflamación de las membranas que cubren el cerebro (meningitis). Los bebés que tienen 5 días de nacidos o más y los niños a menudo tienen meningitis.

La infección al comienzo del embarazo puede provocar un aborto espontáneo. Las bacterias pueden atravesar la placenta e infectar al feto. Las infecciones a finales del embarazo pueden conducir a parto de mortinato o a la muerte del bebé al cabo de unas pocas horas de nacido. Aproximadamente la mitad de los bebés infectados a término o pretérmino morirá.

En los adultos, la enfermedad puede tomar muchas formas, dependiendo de qué órgano o sistemas de órganos estén infectados. Puede ocurrir como:
  • Endocarditis
  • Meningitis
  • Neumonía
  • Septicemia

O puede ocurrir en una forma más leve como:
  • Abscesos
  • Conjuntivitis
  • Gastroenteritis
  • Lesión cutánea

En los bebés, los síntomas de listeriosis se pueden observar en los primeros días de vida y pueden abarcar:

  • Inapetencia
  • Letargo
  • Ictericia
  • Dificultad respiratoria (generalmente neumonía)
  • Shock
  • Salpullido
  • Vómitos

Ya que el organismo se encuentra muy diseminado en la naturaleza, la mejor protección son medidas sanitarias básicas, tales como usar sólo productos lácteos pasteurizados, comer carnes cocidas y lavarse bien las manos antes de preparar comidas. Las mujeres embarazadas y las personas con sistemas inmunológicos debilitados deben evitar estos alimentos, al igual que los quesos blandos y las salchichas crudas. Aunque el riesgo de la listeriosis asociada a los alimentos de delikatessen es bastante bajo, las mujeres embarazadas y las personas inmunodeprimidas deben evitar estos alimentos o recalentar bien las carnes crudas antes de comerlas.




Fuente: MedlinePlus, Departamento de Salud de New York 



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