La mala noticia es que hasta ahora no se ha logrado obtener evidencia científica que confirme la efectividad de éstos u otros métodos para combatir el padecimiento que también es conocido en varios países de la región con los nombres de goma o guayabo. De hecho, las crudas o resacas han sido muy poco estudiadas porque los científicos prefieren centrarse en el abuso del alcohol para encontrar formas de tratamiento y prevención. Y, hasta ahora, la principal conclusión científica es que la única forma de evitarlas es no beber del todo, o beber con moderación. Sin embrago, si usted tiene resaca, es obvio que ya es muy tarde para seguir ese consejo y lo más seguro es que sienta que una tonelada de cemento le ha caído en la cabeza. Si es así, lo único que le queda es esperar a que su organismo metabolice el alcohol ingerido y lo deseche de su cuerpo. Pero mientras eso ocurre le ofrecemos una serie de recomendaciones que quizás lo ayuden a sentirse mejor. O, por lo menos, a no sentirse todavía peor.
El etanol que contienen las bebidas alcohólicas causa deshidratación porque aumenta la producción de orina. Esa deshidratación puede ser mitigada bebiendo mucha agua. Y si bien hay personas que juran haberse curado con una lata de bebida de cola, o con una taza de café cargado, la cafeína -advierten los expertos- causa deshidratación. Así que si usted se siente mejor después de una taza de café o una bebida de cola es por el efecto inmediato de "reanimación" que causa la cafeína en el organismo. Pero este efecto pasará pronto y la deshidratación será peor. Así que mejor evitarla.
La tradición también dice que después de beber mucho hay que comer alimentos ricos en carbohidratos -como pan o tortillas (en México)- que ayuden a acelerar el metabolismo y a desechar rápido el alcohol ingerido. También se dice que los alimentos grasosos ricos en proteínas que contienen aminoácidos -como el tocino o la carne (de los tacos mexicanos)- pueden también ayudar a "limpiar" las toxinas del organismo. Los expertos recuerdan, sin embargo, que después de una noche de copas, el sistema digestivo está muy sensible y bajo enorme presión. Así que las grasas de las salchichas o los tacos mexicanos puede más bien causar indigestión.
Los analgésicos también es mejor evitarlos. La aspirina y el ibuprofeno podrían irritar el estómago, que ya está bajo presión. Y el paracetamol (acetaminofeno) pondrá a trabajar al hígado, que ya ha estado trabajando horas extra toda la noche tratando de metabolizar el etanol. Así que si necesita desesperadamente tomar analgésicos, hágalo en moderación.
Un estudio reciente de la Escuela de Medicina Peninsula, en Inglaterra, estudió los efectos de ocho distintos agentes (cuatro medicamentos y cuatro compuestos naturales) en las resacas. Éstos incluían medicamentos para la hipertensión, para la náusea y vértigo, y analgésicos de la misma familia de la aspirina e ibuprofeno. Asimismo estudiaron el impacto de la glucosa o fructosa y suplementos naturales de alcachofa, higo, borraja y levadura.
Fuente: BBC Mundo
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