Halloween es también conocida como Noche de Brujas o Noche de Difuntos, es una fiesta de origen celta que se celebra principalmente en los Estados Unidos, Canadá, Irlanda, el Reino Unido y en países no anglosajones como México y Colombia en la noche del 31 de octubre. Tiene origen en la festividad celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos. En gran parte, es una celebración secular aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa de1840. El día se asocia a menudo con los colores naranja, negro y morado y está fuertemente ligado a símbolos como la Jack-o'-lantern. Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato y las fiestas de disfraces, además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura de historias de miedo y el visionado de películas de terror.
Halloween tiene su origen en una festividad céltica conocida
como Samhain,
que deriva de irlandés antiguo y significa fin
del verano. Los antiguos britanos tenían una festividad similar conocida como Calan Gaeaf . En el Samhain se
celebraba el final de la temporada de cosechas en la cultura celta y era
considerada como el «Año nuevo celta», que comenzaba con la estación oscura.
Desde hace algunos años se adoptó esta fiesta en Chile por las compañías multinacionales que nos proveían de productos para celebrar esta fiesta, principalmente dulces, poco a poco la población se acostumbró a ver como un grupo minoritario de personas celebraban dicha fiesta, con el pasar del tiempo los niños se disfrazaron, los jóvenes realizaban fiestas, las familias adornaban sus casas y ya pronto estábamos todos envueltos celebrando Halloween, aunque no quisiéramos.
Si tratamos de ambientar esta fiesta a nuestras costumbres, mitos y leyendas podríamos considerar a la reina y señora de las leyendas a nivel mundial "La Llorona" que tiene muchas versiones locales en varios paises.... y nosotros obviamente tenemos las nuestras.
Las diferentes leyendas chilenas sobre la Llorona van desde
algunas versiones muy semejantes a la mexicana, hasta versiones muy
particulares del folclore chileno. Las versiones chilenas definen al espectro
como el espíritu de una mujer que busca a su hijo, caracterizándose por ser un
espíritu que tiene una relación especial con la muerte.
En cualquier caso, se trata de una mujer que estaba celosa
de su marido, porque compartía más tiempo con sus 2 hijos y con ella no
compartía nada, por lo que la mujer tiró a sus dos hijos a un río, donde los
ahogó. Al llegar su esposo a casa le pregunta por sus hijos, la mujer le dijo
que los había tirado al río porque él no compartía nada de tiempo con ella.
Debido a esto tuvieron varias discusiones que los llevó a separarse. La mujer
queda desolada por lo que hizo y murió de pena. La leyenda cuenta que llora
porque perdió a sus hijos y a su marido.
La Pucullén
En la versión distintiva de la tradición chilena, la Llorona
se llama la Pucullén (de cullen, lágrima, y pu, plural). Se
dice que llora eternamente porque le quitaron a su hijo de sus brazos a muy
corta edad. Es una presencia fantasmal vestida de blanco, a la que sólo puede
ver la gente que está cercana a la muerte, algunas personas con habilidades
especiales (como las Machis o los Calcus) y los
animales que tienen los sentidos más agudos, entre ellos los perros, que lanzan
lastimeros aullidos cuando perciben su presencia.
La Pucullén es una guía de los muertos, que indica con sus
pasos y llantos el camino que debe recorrer el muerto para dirigirse desde su
morada terrenal hacia el más allá. Se dice que llora como plañidera por todos
los familiares del difunto, para que todos ellos se consuelen pronto de la
pérdida; además, evita que el espíritu del muerto decida acudir a penarlos,
disconforme con las pocas lágrimas y manifestaciones de pesar de sus parientes.
Algunos cuentan que si uno se frota los ojos con lágrimas de perro, podrá
verla; pero si el corazón del que observa no es firme, la imagen será
espantosa.
Con sus abundantes lágrimas,
que forman un charco cristalino, la Pucullén señala el sitio preciso en el
campo santo donde debe abrirse la fosa para depositar el féretro. Se dice que
si esto sucede, debe utilizarse toda la tierra necesaria para cubrir por
completo el féretro, pues en caso contrario antes de un año morirá un familiar
del difunto. Como castigo por el descuido que la llevó a perder a sus hijos,
roba los hijos de otras madres, confundiéndolos con los de ella.
La Llorona del puente de San Carlos
Según otra versión, los hechos sucedieron en el puente
Lingue, en Litueche.
Era un día de lluvia torrencial y el puente tenía mucha corriente, siendo muy
peligrosa. Un señor que observaba lo que pasaba vio a una mujer con un bebé en
los brazos. Ella, muy afligida por la lluvia, se apoyó en el palo del puente,
gritó y gritó, confundiéndose sus gritos con los llantos del niño. Después, el
bebe desapareció entre las aguas y la mujer se lanzó al agua, donde murió
ahogada sin llegar a encontrar a su bebé. Desde entonces, cada vez que llueve
se escucha llorar de forma inconsolable a la mujer. Sólo cuando encuentre a su
hijo cesará su llanto.
La Llorona y el Diablo
En Valparaíso se
dice que la Llorona fue una mujer que se casó con el Diablo. Esta mujer
se enamoró de él pensando que era un hombre bueno, sin saber quién era en
realidad. Un día, el Diablo llegó más temprano de lo normal a su casa y la
mujer aún no tenía preparada la comida. Salió a comprar para cocinar, pero el
Diablo no aguantó más y tuvo que matar a sus hijos. Cuando volvió la mujer,
desconsolada lloraba por sus hijos todas las noches. Un día, el Diablo se cansó
de sus llantos continuos. La amarró a la cama con unas cadenas y le enterró una
estaca en el corazón. Desde ese momento, la Llorona recorre las calles de toda
la región arrastrando sus cadenas y llorando por sus hijos perdidos.
Fuente: Wikipedia
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