En un mundo existista, rápido, donde el tiempo y el espacio prácticamente han desaparecido con las nuevas tecnologías, el aquí y el ahora pasan casi inadvertidos, buscamos lo que deseamos en un futuro soñado y pensamos que todo tiempo pasado fue mejor.
Pero, ¿cómo podemos enfrentarnos mejor a la vida aquí y ahora? más aún, cuando hoy los procesos emocionales están demasiado intensos y las relaciones de pareja, la familia, el trabajo, los amigos… todo, está en revisión, análisis y adecuación.
Es aquí donde entra en juego el libro de autoayuda “La receta de la felicidad” de escritor indio Deepak Chopra el cual se presenta como una herramienta efectiva en este proceso de querer vivir en plenitud.
“La finalidad de la vida es la expansión de la felicidad. La felicidad es la meta de todas las metas. La mayoría cree que la felicidad es el resultado del éxito, la acumulación de riquezas, la salud o las buenas relaciones interpersonales… esas son sus consecuencias, no su causa”, sostiene el reconocido doctor, escritor y conferencista oriental".
Es una publicación corta pero eficiente. En pocas palabras y sin muchos rodeos argumenta por qué la visión occidental de la vida, que se lee en la fórmula de la psicología positiva, se queda corta para alcanzar la gran meta. “F = P + C + A, es decir la felicidad es la suma de la predisposición + condiciones de vida + actividades voluntarias”.
La predisposición sería sólo el 40% de la experincia de la felicidad de un ser humano, el resto debieran conformarlo la experiencia con sus padres o familia en la niñez, ya sea viendo actitudes de padres infelices, genéticamente estará predispuesto a esta actitud y viceversa.
Respecto a las condiciones de vida, Chopra señala que la experiencia feliz es reducida en un 7% a 12%, pues la resiliencia, es decir, la capacidad de adaptación en la adversidad y salir adelante, son parte fundamental de una experiencia feliz.
Mientras el tercer factor, las actividades voluntarias cobran más relevancia con el 50% de la experiencia de la felicidad, aunque estas acciones deben enfocarse más allá de la felicidad personal, ya sea con la expresión creativa o la felicidad de otra persona, donde en ambos casos se accede a lo más profundo del ser.
No obstante, es severo en asegurar que esta fórmula occidental no garantiza la felicidad auténtica o duradera, porque en su opinión, solo el tercer factor toma en consideración la vida interior de la persona y que para él, es la que abre la puerta a lo que considera el único lugar donde se halla el secreto de la felicidad: el descubrimiento del ser auténtico, el ser interior, un estado fundamental que permite la iluminación o la disipación de la duda, la ira, el temor y la ignorancia.
La receta que Chopra propone primero que todo atiende la necesitad de no huir del presente, sino que affrontarlo con pequeñar acciones diarias, paso a paso, dejando a un lado los TEMORES IMAGINARIOS de un futuro nefasto.
A continuación en sintesís las siete claves que nos llevarían a alcanzar la felicidad de acuerdo a este autor:
1.- Toma conciencia de tu cuerpo: Tu cuerpo y el universo constituyen un mismo campo de energía, información y conciencia. El cuerpo es tu conexión con la computadora cósmica. Al sentir tu cuerpo y responderle de manera consciente se experimenta paz, armonía y alegría.
2.- Descubre la verdadera autoestima: No tiene que ver con mejorar la imagen y no depende de las buenas o malas opiniones de los demás. Esta es intrépida. Su valía es infinita. Cuando cimientes tu identidad en tu ser verdadero, y no en tu imagen pública, hallarás una felicidad que nadie podrá arrebatarte.
3.- Desintoxica tu vida: Nuestro estado natural se caracteriza por la alegría, la tranquilidad y la realización espontánea. Cuando no lo experimentamos es porque hay contaminación. Esta puede ser el resultado de emociones, relaciones o hábitos tóxicos, así como de sustancias tóxicas que causan ansiedad, culpa, vergüenza, baja autoestima. Por lo tanto, la solución está en dar marcha atrás a los condicionamientos que se han producido.
4.-Renuncia a tener la razón: Cuando no insistes en tener la razón accedes a una enorme cantidad de energía. Tener la razón implica que otro está equivocado. La confrontación de tener la razón y no tenerla daña cualquier relación. Esto no significa que uno no tenga opinión, pero puedes renunciar a tu necesidad de defenderla. Todos somos conciencias individuales con maneras peculiares de ver la vida. La plenitud es un estado de profunda paz y felicidad.
5.- Concéntrate en el presente: Si lo haces, tu vida se renovará constantemente. El momento presente es lo único eterno. No muere ni puede ser olvidado. Por eso la felicidad en el presente no se te puede arrebatar. Ella te libera de la trampa del tiempo, que produce pesar debido al pensamiento, la evaluación y el análisis. Experimenta la intemporalidad, ahí está tu ser verdadero.
6.- Observa al mundo en ti: Si lo haces dejan de existir los obstáculos externos para la felicidad. Los mundos interno y externo son espejo uno del otro. Se modifican de acuerdo con tu estado de conciencia. Si estás vibrando en el temor, tu mundo interior de pensamientos y emociones, así como tu mundo exterior de circunstancias y relaciones, lo reflejarán. Distinto será si vibras en el amor, fluirá la felicidad y la abundancia.
7.- Vive para la iluminación: Buscarla es buscar tu ser verdadero. Es el estado más atento de la existencia y también el más natural, pues de él provienes. Tu hogar es un lugar de profundo amor, tranquilidad y alegría. Al regresar a él, comprenderás que tu anhelo de felicidad era solo el principio. Tu deseo más profundo era la libertad que resulta del completo despertar.
Fuente: emol.com
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