miércoles, 28 de noviembre de 2012

Preeclampsia:



La preeclampsia es un trastorno complejo que afecta a alrededor del 5 por ciento de las mujeres embarazadas. Para que te diagnostiquen preeclampsia tienes que tener:


Hipertensión arterial (presión alta).
Y proteína en la orina después de la semana 20 de embarazo.


La preeclampsia se manifiesta con más frecuencia después de la semana 37. No obstante, puede aparecer en cualquier momento durante la segunda mitad del embarazo, así como también durante el parto o incluso después de dar a luz (generalmente en las primeras 48 horas). Es posible tener preeclampsia antes de la semana 20, pero sólo sucede en raros casos, por ejemplo cuando hay un embarazo molar. La preeclampsia puede ser de leve a severa y puede progresar lenta o rápidamente. La única manera de mejorar es dar a luz al bebé.

La causa exacta de la preeclampsia no se conoce. Las posibles causan abarcan:

  • Trastornos autoinmunitarios
  • Problemas vasculares
  • Su dieta
  • Sus genes
  • Los factores de riesgo abarcan:
  • Primer embarazo
  • Embarazos múltiples (gemelos o más)
  • Obesidad
  • Edad mayor a 35 años
  • Antecedentes de diabetes, hipertensión arterial o enfermedad renal

Síntomas

Con frecuencia, una mujer que tiene preeclampsia no se siente enferma.

Los síntomas de preeclampsia pueden abarcar:

  • Hinchazón de manos y cara/ojos (edema)
  • Aumento repentino de peso en un período de 1 a 2 días, más de 1 kg (2 libras) por semana
  • Nota: se considera normal que se presente algo de hinchazón en los pies y los tobillos con el embarazo.
  • Los síntomas de preeclampsia grave abarcan:
  • Dolores de cabeza que no desaparecen
  • Dolor abdominal en el lado derecho, debajo de las costillas. El dolor también se puede sentir en el hombro derecho y se puede confundir con acidez gástrica, dolor en la vesícula biliar, un virus estomacal o el bebé pateando.
  • Irritabilidad
  • Disminución del gasto urinario, no orinar con mucha frecuencia
  • Náuseas y vómitos (signo preocupante)
  • Cambios en la visión, como: pérdida temporal de la visión, ver puntos o luces centelleantes, fotosensibilidad y visión borrosa

La única forma de curar la preclampsia es dar a luz al bebé.  Si el bebé está lo suficientemente desarrollado (por lo regular a las 37 semanas o después), es posible que el médico necesite hacerlo nacer para que la preeclampsia no empeore. Usted puede recibir medicamentos para ayudar a inducir el parto o puede necesitar una cesárea.  Si el bebé no está totalmente desarrollado y usted tiene preeclampsia leve, la enfermedad con frecuencia puede manejarse en casa hasta que su bebé tenga una buena probabilidad de sobrevivir después del parto. El médico probablemente recomiende lo siguiente:

  • Descansar en cama en la casa, acostándose sobre el lado izquierdo la mayor parte del tiempo o todo el tiempo
  • Tomar mucha agua
  • Consumir menos sal
  • Ir a controles con el médico para verificar que usted y su bebé estén evolucionando bien
  • Tomar medicamentos para bajar la presión arterial (en algunos casos)
  • Algunas veces, una mujer embarazada con preeclampsia es hospitalizada para que el equipo médico pueda vigilar de cerca al bebé y a la madre.
  • El tratamiento en el hospital puede involucrar:
  • Monitoreo cuidadoso de la madre y el bebé 
  • Medicamentos para controlar la presión arterial, al igual que prevenir convulsiones y otras complicaciones
  • Inyecciones de esteroides (después de la semana 24) para ayudar a acelerar el desarrollo de los pulmones del bebé


La gravedad de la preeclampsia. Esta enfermedad tiene muchas complicaciones graves que pueden causarle daño a la madre.

Qué tan bien esté evolucionando el bebé en el útero.

Es necesario sacar al bebé si hay signos de preeclampsia grave, como:

  1. Exámenes que muestran que el bebé no está creciendo bien o no está recibiendo suficiente sangre y oxígeno.
  2. El número inferior de la presión arterial de la madre está por encima de 110 mmHg o es mayor a 100 mmHg de forma constante durante un período de más de 24 horas.
  3. Resultados anormales en las pruebas de la función hepática.
  4. Dolores de cabeza intensos.
  5. Dolor en el área ventral (abdomen).
  6. Convulsiones o cambios en la actividad mental (eclampsia).
  7. Líquido en los pulmones de la madre (edema pulmonar).
  8. Síndrome HELLP (infrecuente).
  9. Conteo plaquetario bajo o sangrado.
  10. Bajo gasto urinario, mucha proteína en la orina y otros signos de que los riñones no están trabajando correctamente.

Las complicaciones graves, aunque infrecuentes, para la madre pueden ser:

  • Problemas de sangrado
  • Separación prematura de la placenta del útero antes de que el bebé nazca 
  • Ruptura del hígado
  • Accidente cerebrovascular
  • Muerte (rara vez)



Fuente: Medline Plus, Baby Center





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