La Diabetes Mellitus (DM) es una enfermedad de alta
prevalencia, que se relaciona fuertemente a la vida sedentaria y a una dieta
occidental. Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y
proyecciones indican que los niveles crecientes de obesidad a nivel mundial
conducirán a un incremento desmesurado en la prevalencia de diabetes Mellitus
tipo 2. La epidemia se cuadruplicaría en países en desarrollo y
la morbilidad y mortalidad aumentaría 6 veces. En la población general chilena, se ha comunicado un aumento
de 1,2% a 6,5% en la prevalencia de DM en los últimos años.
La Diabetes Gestacional (DG) se define como intolerancia a
la glucosa que se reconoce por primera vez durante el embarazo. y se ha
postulado como una variante de DM tipo 2. Su prevalencia varía ampliamente,
dependiendo de la población en estudio y los criterios diagnósticos utilizados.
llegando a 6,3% cuando se diagnostica con el test de tolerancia con 75 g de
glucosa (75 g 2-h TTOG). Chile tiene una alta prevalencia de diabetes, sin
embargo no hay publicaciones recientes respecto a DG. El estudio de Mella y
cols, entre 1982-84, documentó una incidencia de 13,8% de DG en mujeres consideradas
en riesgo.
Ante la falta de datos recientes en la prevalencia de
obesidad en embarazo (uno de los factores de riesgo más importantes para el
desarrollo de DG) y de incidencia de DG en nuestra población, se propuso
realizar un estudio retrospectivo para estimarlas.
Las hormonas del embarazo pueden bloquear el trabajo que
hace la insulina. Cuando esto sucede, los niveles de glucosa se pueden
incrementar en la sangre de una mujer embarazada.
Usted está en mayor riesgo de padecer diabetes gestacional
si:
- Tiene más de 25 años al quedar embarazada.
- Tiene antecedentes familiares de diabetes.
- Dio a luz a un bebé que pesó más de 4 kg (9 lb) o que tuvo una anomalía congénita.
- Tiene hipertensión arterial.
- Tiene demasiado líquido amniótico.
- Ha tenido un aborto espontáneo o mortinato de manera inexplicable.
- Tenía sobrepeso antes del embarazo.
Generalmente, no hay síntomas o son leves y no son
potencialmente mortales para la mujer embarazada. El nivel de azúcar
(glucosa) en la sangre por lo general retorna a la normalidad después
del parto.
Los síntomas pueden abarcar:
- Visión borrosa
- Fatiga
- Infecciones frecuentes, entre ellas las de vejiga, vagina y piel
- Aumento de la sed
- Incremento de la micción
- Náuseas y vómitos
- Pérdida de peso a pesar de un aumento del apetito
Los agentes microbianos más comúnmente involucrados son los
hongos, las bacterias anaerobias, una bacteria denominada gardnerella vaginalis
y con menor frecuencias, tricomonas y otras bacterias, algunas de las cuales
caen en la categoría de enfermedades de transmisión sexual. Cada uno de estos
agentes requiere un procedimiento específico para su diagnóstico y, por
supuesto, un tratamiento también específico, sin embargo, nunca hay que dejar
de entender que en el proceso terapéutico, aparte del tratamiento específico,
es necesario efectuar una readecuación del ecosistema vaginal, recolonizando la
vagina de lactobacitos y por otro lado mejorando sustancialmente el control
metabólico de la diabetes, lo que permitirá que la paciente no recidive
nuevamente (esta situación afecta comúnmente a muchas pacientes diabéticas que
son tratadas sólo con el tratamiento específico, óvulos, cremas, tabletas,
etc., y en quienes no se efectúa un tratamiento integral como el descrito).
Por tanto, un tratamiento integral de este tipo de
infecciones en la diabética, determina una curación exitosa en la mayoría de
los casos.
Prevención:
Comenzar el cuidado prenatal tempranamente y tener consultas
prenatales regulares ayuda a mejorar su salud y la de su bebé. Someterse a
pruebas de detección prenatales entre las semanas 24 y 28 del embarazo ayudará
a detectar la diabetes gestacional de manera temprana.
Si usted tiene sobrepeso, disminuir el índice
de masa corporal (IMC) hasta un rango normal antes de quedar en
embarazo disminuirá su riesgo de desarrollar diabetes gestacional.
Como siempre, es mejor prevenir que curar o lamentar. Si está embarazada o lo proyecta durante los próximos meses, debe cuidar su salud y mantenerse al tanto de qué problemas podrían ocasionarle al niño en gestación. Mantener una vida saludable con una dieta balanceada y una rutina semanal de ejercicios, bajará considerablemente el riesgo de contraer esta u otra enfermedad.
Fuente: Medline Plus, Scielo, Adich
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